El 1° de septiembre en Argentina se celebra el Día del Periodista Agropecuario, recordando el lanzamiento del Semanario de Agricultura, Industria y Comercio en 1802.
Esa publicación pionera fue fundada Juan Hipólito Vieytes. Este personaje curioso y heterogéneo editó el Semanario y en gran medida lo escribió durante los cinco años que duró. Estudió filosofía y jurisprudencia, y se hizo una gran formación autodidacta en economía y agricultura.
El Semanario se imprimía en la Imprenta de los Niños Expósitos (la única en existencia) y se publicaba los miércoles. La publicación difundía el conocimiento agrícola en el país, y es el segundo periódico publicado en el Río de la Plata luego del Telégrafo Mercantil, fundado en 1801 por Mariano Moreno.
El Semanario incluía una línea editorial respecto de cuestiones económico sociales de la época, que revelaba una confianza en el trabajo y el conocimiento como fuente del progreso. Además se incluían consejos técnicos sobre cuestiones agrarias concretas: cómo mejorar la calidad de lana de las ovejas, cómo fabricar cera, cómo curtir cueros, cómo domesticar vicuñas, qué sembrar en cada época y cómo cosechar, etc.
Vieytes estaba convencido que con conocimiento, los hijos podrían extraer más riqueza de los campos que sus padres, y por eso promovía la enseñanza agraria escolar. El Semanario incluía nociones de química y misceláneas, como la llegada de la vacuna contra la viruela, entre otros temas. Más tarde, fueron ganando espacio cuestiones de tono más general.
Vieytes se enfrentó con problemas similares a los de estos años: cómo alcanzar al público específico, cómo captar su atención, cómo sustentar económicamente la publicación. Pero el mayor problema era que gran parte del ruralismo al que apuntaba era iletrado.